viernes, 4 de abril de 2008

Estoy en el trono (los sinsentidos del MSN)


Por Valeria Schapira (R)



Un nuevo día. Me levanto. Prendo mi radio de viejo de tribuna. Me ducho rapidito. Enciendo la laptop. El Messenger se conecta en forma automática y me saluda su muñequito amorfo. Cambio el estado de la sesión: "VUELVO ENSEGUIDA". Del otro lado no lo saben pero es hora de llevar a mi perro a hacer su deposición matinal y luego tomarme un potente desayuno.
Al cabo de “volver enseguida” encuentro sendos carteles naranjas titilando en la pantalla de mi compu: “nena!!!...contestá!!!!”- vociferan. Y pienso en voz alta: “VUELVO ENSEGUIDA”, quiere decir que no estaba físicamente frente a la pantalla… Y bue - concluyo - unos cuantos usuarios no tienen todos los patitos en fila.
Me conecto nuevamente al MSN y el muñequito verde danza desaforadamente, en clara señal de mi buena predisposición al diálogo. Una hora. Dos horas on line. Hay más de treinta contactos disponibles y nadie me dice “buen día, rrope”.
Ya es mediodía. Timbre. Bajo a buscar el delivery. Mi estado de conexión virtual pasa a “AUSENTE” por unos minutos. Cuando vuelvo a la mesa con mis empanadas calentitas, encuentro una horda de energúmenos pugnando por entrar a mi universo informático. Los puteo en arameo y les respondo, uno por uno, mientras se me escurre el juguito de una de carne por el teclado. Decía “AUSENTE” – rememoro – “la madre que los parió” y decido ir al mataburros para ver qué está fallando en mi comunicación. Diccionario Espasa Calpe: AUSENTE: “que no está presente, sino separado o alejado de un lugar”. Decido virar mi leyenda hacia “SALÍ A COMER”. No salgo un carajo, pero quiero terminar mis empanadas en paz. El llamado de las fieras cibernéticas vuelve a oírse. Es decir que, literalmente, les importa un huevo mi almuerzo.
Me lavo las manos empanadosas y vuelvo a la sesión del Messenger, esperando alguien interrumpa la tediosa tarea que me encomendó mi contador. La PC dice “CONECTADO” pero vuelvo a quedar sola como loca mala.
Pasa el rato sin pena ni gloria mientras termino un capítulo de mi próximo libro. Anochece allá afuera. Es hora de vestirme. Tengo una cita con un hombre para el infarto. Pongo en mi máquina el cartel de “NO DISPONIBLE”. En criollo, “estaré ocupada con un tipo por el que sería capaz de matar: no podrán disponer de mí por unas cuantas horas (que espero sean muchas)”. Cuando vuelvo del choque de planetas, la pantalla de mi notebook parece una botella de Mirinda. “¿Qué parte no entendieron?” – me enfurezco. Vuelvo al Espasa Calpe: DISPONIBLE: (persona o cosa) de la que se puede disponer. Ergo, deduzco, NO DISPONIBLE: (persona o cosa) de la que NO se puede disponer. "ESTÁ EN UN TELO" – debería decir la sesión pero tal opción no figura en el menú de los amigotes del señor Gates.
Me voy a dormir y apago el Messenger. Mañana será otro día. Me conectaré con Bill para hacerle una sugerencia humilde. Que agregue un concepto al estado de sesión: “ESTOY EN EL TRONO”. Nadie tiene el tupé de interrumpir cuando uno está cagando.

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