Columna revista Para Tí - 22 de febrero

¡DESPIERTEN MUCHACHOS!
Por Valeria Schapira

Aceptamos a regañadientes que se duerman después del sexo. Es parte de vuestra naturaleza. Hasta nos bancamos que ronquen después del amor. Pero, please…¡despierten antes!. Dejennos “instruirlos” un poco: vibradores con forma de pingüinitos. Simpáticos delfines con varias velocidades de goce. Tanguitas comestibles. Geles con sabor a fruta y chocolate. Preservativos para petit, large y “oh, Dios mío”. Con tachas, texturas, colores y olores... Bolitas que hacen rodar del placer… Un universo para el disfrute y ustedes… ¡todavía no despertaron!.
Es que los muchachos de antes tomaban la iniciativa. Nos llamaban. Nos invitaban a cenar. Nos seducían. Nos bajaban la bombachita. Todo cambió demasiado: los muchachos de ahora se abatatan. Esperan que los cortejemos. Que los seduzcamos. Y, oh colmo de los colmos, hasta pretenden que les bajemos el slip. De ninguna manera, señoritos. Nos gustan los hombres de pelo en pecho. Que nos tiren contra la pared y nos dejen sin palabras, pero a puro grito.
Y, mientras van despertando del letargo (del que – para ser realistas - algo de responsabilidad tenemos) queremos contarles que las chicas de ahora no usamos gomina. Que nos gusta que nos despeinen. Que se sorprendan con los chiches y bombachitas que compramos en las reuniones de tupper sex. Que se exciten con nuestros bailes del caño, aunque sea el de la bañera. Que nos ataquen en versión romántica, salvaje o humorística, de acuerdo a la ocasión.
¿Qué tal si se ponen las pilas?. Si son las del vibrador, mejor. ¿Por qué no proponen una triple X que nos haga poner coloradas? ¿O una visita sorpresa al sex shop con regalo incluido?. ¿Y si largan la playstation y nos atacan de sorpresa en el ascensor?. Hagamos de la cama un pelotero, lleno de juguetes de colores. ¡Despierten muchachos! Hay vida más allá del misionero.